miércoles, 18 de febrero de 2015

La Coraza de San Patricio: armadura espiritual.

La Coraza de San Patricio
(versión larga)
Me levanto hoy
Por medio de poderosa fuerza,
la invocación de la Trinidad,
Por medio de creer en sus Tres Personas,
Por medio de confesar la Unidad,
Del Creador de la Creación.

Me levanto hoy
Por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo,
Por medio de la fuerza de Su crucifixión y su sepulcro,
Por medio de la fuerza de Su resurrección y asunción,
Por medio de la fuerza de Su descenso para juzgar el mal.

Me levanto hoy
Por medio de la fuerza del amor de Querubines,
En obediencia de Ángeles, En servicio de Arcángeles,
En la esperanza que la resurrección encuentra recompensa,
En oraciones de Patriarcas,En palabras de Profetas,
En prédicas de Apóstoles, En inocencia de Santas Vírgenes,
En obras de hombres de bien.

Me levanto hoy
Por medio del poder del cielo:
Luz del sol,
Esplendor del fuego,
Rapidez del rayo,
Ligereza del viento,
Profundidad de los mares,
Estabilidad de la tierra,
Firmeza de la roca.

Me levanto hoy
Por medio de la fuerza de Dios que me conduce:
Poder de Dios que me sostiene,
Sabiduría de Dios que me guía,
Mirada de Dios que me vigila,
Oído de Dios que me escucha,
Palabra de Dios que habla por mí,
Mano de Dios que me guarda,
Sendero de Dios tendido frente a mí,
Escudo de Dios que me protege,
Legiones de Dios para salvarme
De trampas del demonio,
De tentaciones de vicios,
De cualquiera que me desee mal,
Lejanos y cercanos,
Solos o en multitud.

Yo invoco éste día todos estos poderes entre mí y el malvado,
Contra despiadados poderes que se opongan a mi cuerpo y alma,
Contra conjuros de falsos profetas,
Contra las negras leyes de los paganos,
Contra las falsas leyes de los herejes,
Contra obras y fetiches de idolatría,
Contra encantamientos de brujas, forjas y hechiceros,
Contra cualquier conocimiento corruptor de cuerpo y alma.

Cristo escúdame hoy
Contra filtros y venenos, Contra quemaduras,
Contra sofocación, Contra heridas,
De tal forma que pueda recibir recompensa en abundancia.

Cristo conmigo,
Cristo frente a mí,
Cristo tras de mí,
Cristo en mí, Cristo a mi diestra,
Cristo a mi siniestra,
Cristo al descansar,
Cristo al levantar,
Cristo en el corazón de cada hombre que piense en mí,
Cristo en la boca de todos los que hablen de mí,
Cristo en cada ojo que me mira,
Cristo en cada oído que me escucha.

Me levanto hoy
Por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad,
Por medio de creer en sus Tres Personas,
Por medio de confesar la Unidad,
Del Creador de la Creación.
(de una traducción antiquísima  de  un manuscrito irlandés)


La perspectiva inversa. Una visión de Pavel Florenki.

La Perspectiva inversa.
Una visión del padre  Pavel Florensky

     
                                                                                                               Contribuido por  Stephanos

Desde el observador, se impone una necesidad plástica, desde la voluntad del sujeto que mira, nuevamente apreciamos la increíble necesidad de búsqueda en los laterales que el ojo humano mira, pero que la mente quiere entender “ver”.  Según lo que interpreta el observador, permite expresar los sentimientos que están más cerca de la realidad. La totalidad, integrándose el sujeto holísticamente, parte desde el sujeto pero se vuelca en el plano  del  icono, y vuelve a la realidad. ¿Es otro punto de vista? No es el volver y alcanzar con la intuición del Padre Pavel Florenski la realidad de las cosas
Parte desde el icono el punto crítico hacia el observador, en el punto corazón, donde la oración, en el ojo,  trabaja desde el corazón mismo de la verdad, la sustancia que precede a la creación nos conmueve y despierta la contemplación, la belleza que se dona,   el cuidado y vigilancia, las cosas  los objetos se brindan y se donan.
En esta mirada el padre Pavel Florenshi saca a la luz para el observador común, la dimensión sobrenatural,  mística que hay que creer no con los parámetros físicos, sino con la lógica del Reino. La fe no necesita de ver o entender, solo necesita aceptar lo espiritual e increado con la confirmación que solo Dios nos da, la sabiduría no necesita justificarse, la iluminación se produce en el sujeto pasivo receptor de la energía increada.  Lo que sobresale del monumental   trabajo de Pavel Florenski es el “rescate” del pensamiento de Platón, desde la dialéctica del pensamiento en el eterno preguntarse,    “penetrando el corazón” de la realidad de la  dimensión mística. Esta idea de por si unifica nuestro interior con el exterior, lo material con lo inmaterial desde la contemplación del Icono “que predica” la majestad de Dios. El hombre al encontrar el sentido del Reino, ya deja la laceración y cede su angustia porque, no hay una corrupción de la mirada en lo creado porque al ser alcanzada por el icono,  comienza a ver al otro, si estoy en el mundo es correcto decir que el mundo está en mí,  El pensamiento de Florenski saca a la luz la visión global del mundo desde el Reino de Dios, anticipándose a su tiempo por su habilidad de extraer a la realidad la visión espiritual.   Desde las ciencias geométricas hace una crítica a la geometría euclidiana y destaca  la ptolemaica por la razón de “ver”, por ejemplo a penetrar el mundo intangible de las cosas la estructura invisible  en el icono, en  la posibilidad de alcanzar tras el velo la vida divina, realidad metafísica, dejando atrás  el mundo artificial que nos absorbe y comprendiendo como es ver en perspectiva, rehabilitar la forma  de ver como construcción legitima de la realidad.   Todos los presupuestos de Florenski como hombre de disciplina y de Dios en su condición de religioso es  fundamenta en su visión del mundo tocado por Cristo y donde ningún ámbito escapa de Dios.
Para Florenski ver la grandeza,  se encuentra en aceptar la cruz del Gólgota, sufrimiento que hace madurar al hombre en su encuentro con lo increado, no es el mundo de las ideas alejado de nosotros. En este  próximo tiempo de Cuaresma en la hermosa oración de San Efrén  el Sirio, se nos recuerda el volver a Dios, siendo oidores de la palabra,  en el Espíritu siendo la envoltura que protege al cristiano sincero de los negativo  y de la acedia, transformando nuestra vida en el sentido de Dios en la apertura que solo puede venir de amor en la libertad y no en la enfermedad yoica, y concentrada de pensar que se es el centro. La visión eclesiológica del hombre de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa eslava es la Encarnación, por eso lo de cristocéntrico, el Padre Florenski enseña  que “la Eosmovisión cristiana es precisamente una comprensión del mundo una comprensión de la vida”,  enseña a encontrar al otro y dar permiso para que  se done, donde los sujetos se reconocen, y aquí es donde en este tiempo de Cuaresma próximo,  estamos  reconociendo que el centro de todo es Dios. En la oración de San Efrén el Sirio  se pide la castidad, integridad y justicia en el todo, abandonando la dispersión y encerramiento  en uno mismo. El dominio de uno mismo, que es el fruto que la gracia nos da,  es el verdadero significado de la castidad, en la alegría que es  el dar,  más que el recibir, no en la dualidad sino  la santificación de la materia, lo maravilloso de la enseñanza del padre Pavel Florensky es que no hay un distanciamiento   entre materia y espíritu, se potencia y nos  alumbra el camino para poder comenzar a entender la manifestación de los objetos, es el vínculo del reconocerse y donarse.
En el “sofrosine” está el reconocimiento del otro, que me es necesario, y lo pasional e irascible lo conducimos al bien, en el fortalecimiento de la voluntad, es la sabiduría que nos enseña el padre Pavel a encontrar o tomar conciencia de la existencia a partir del otro en el mundo.   En los domingos que precedieron  leímos las lecturas del Evangelio, La humildad, (San Lc 18, 10-14), la vuelta a la casa al   Padre (San Lucas [15:11-32]) y el domingo del juicio San Mateo [25:31-46], son la  Palabra que extraemos,  que  nos lleva al domingo del perdón,  donde constantemente repetimos la oración de san Efrén el Sirio en la postración en cada estrofa,  donde se muestra le necesidad del acercarse a las personas. De la navidad y epifanía momento de misión y servicio llegamos a este tiempo que nos llama a la conversión en la Luz  del Evangelio.  San Flaviano arzobispo de Constantinopla, nos invita a la modestia y santidad,  alumbrando  el camino del encuentro con Dios.
                                            “Si hay pocos que llegan a un alto estado de
unión con Dios se debe a que muchos no quieren
     sujetarse a mayor desconsuelo y mortificación.”
(San Juan de la Cruz)