sábado, 5 de diciembre de 2015

San Nicolás Milagroso de Mera, Lycia.


DÍA 6 DE DICIEMBRE

SAN NICOLÁS OBISPO
San Nicolás, Obispo de Myra y Capadocia
 

Fue obispo de Mira y Capadocia, en Licia (actualmente Turquía) murió a medidas del siglo IV, su culto prevaleció en toda la Iglesia, principalmente a partir del siglo X.
Oficio de lectura
SEGUNDA LECTURA
De los tratados de san Agustín, obispo, sobre el evangelio de san Juan.
(Tratado 123 S, 5; CCI. 36. 678-680)





San Nicolás de Bari

LA FUERZA DEL AMOR.

DEBE SUPERAR LA REPUGNANCIA A LA MUERTE.
Primero el Señor pegunta lo que el ya sabe de antemano, y no una sola vez, sino dos y hasta tres veces, a saber si Pedro lo ama; y otras tantas veces lo escucha la misma respuesta de Pedro , que si le ama; y otras tantas veces encomienda a Pedro la misión de pacentar a las ovejas.

A la triple negación corresponde la triple profesión de amor, para que su lengua no quede al servicio del temor, mas que del amor; y para que se viese que la muerte intermitente lo hacia mas locuaz que la vía presente. Si la negación del pastor fue causada por el temor, ahora el pastoreo de la grey del Señor ha de ser la prueba de su amor.
Los que apacientan las ovejas de Cristo como si fuesen suyas y no de Cristo dan muestras de que se aman a si mismos, y no a Cristo. Contra estos tales nos ponen continuamente en guardia estas palabras de Cristo, como ha de ser Apóstol quien se queja de los que  buscan sus propios intereses, no los de Jesucristo.

Pues aquellas palabras de Cristo ¿me amas? Apacienta mis ovejas, equivale a decir: “si me amas, piensa que no te apacientas a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas, busca en ellas mi gloria, no la tuya; mi dominio, no el tuyo; mi ganancia, no la tuya; no partícipes del sentir de  aquellos que pertenecen a los tiempos peligrosos, los que se aman a si mismos y a todos los demás que dimana de este mal principio.”
Por tanto, los que apacientan las ovejas de Cristo, no han de ser amadores de si mismos, y así la apacentaran no como propias, sino como pertenecientes al Cristo. El peor mal que hay que evitar en los que apacientan las ovejas de Cristo es el buscar sus propios intereses y no los de Jesucristo, destinado a su propia utilidad, a  aquellos por quienes ha sido derramada la sangre de Cristo.

El amor del que apacienta las ovejas del Señor debe ser tan grande que sea capaz de vencer inclusos el temor natural de la muerte, que hace que nos resistamos morir aun cuando deseamos vivir con Cristo.
Por muy grande que sea nuestra repugnancia a  la muerte, debe superarla la fuerza del amor hacia aquel que siendo nuestra vida, quiso sufrir la muerte por nosotros.

Pues si la muerte  o nos causa ningún pesar, no seria tan grande la gloria de los mártires. Pero, si el buen Pastor, quien dio su vida por sus ovejas, ha suscitado tantos mártires entre sus mismas ovejas, ¿con cuánta más razón aquellos a quienes ha encomendado el apacentar sus ovejas, esto es el enseñarlas y dirigirlas, no deberán luchar hasta la muerte por la verdad, y hasta el derramamiento de su sangre contra el pecado?
Y por esto habiendo precedido el ejemplo de la pasión de Cristo, esta claro que los que mas deben imitarlo son los pastores, pues muchas son las ovejas que los han imitado, y los mismos pastores son también ovejas del único rebaño gobernado por el único Pastor. Él, sufriendo por todas las ovejas, las hizo todas suyas, ya que él mismo se hizo también oveja para así padecer por todos.

Responsorio.                      Sir 45, 3; Sal 77, 70. 71

R. El señor lo mostró poderosamente ante  el rey; le dio mandamientos para su pueblo  y le mostró algo de su gloria.

V. Escogió Dios a David su siervo, para pastorear a Israel, su heredad.

R. y le mostró algo de su gloria.

                                                         ORACIÓN CONCLUSIVA

Interceda por nosotros, Señor

el obispo san Nicolás,

para que por tu misericordia,

libres de todos peligro,

caminemos seguros por las sendas de la salvación.

Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo.

R. Amén.

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