DÍA 6 DE DICIEMBRE
SAN NICOLÁS OBISPO
San Nicolás, Obispo de Myra y Capadocia |
Fue obispo de Mira y Capadocia, en Licia
(actualmente Turquía) murió a medidas del siglo IV, su culto prevaleció en toda
la Iglesia, principalmente a partir del siglo X.
Oficio de lecturaSEGUNDA LECTURA
De los tratados de san Agustín, obispo, sobre el evangelio de san Juan.
(Tratado 123 S, 5; CCI. 36. 678-680)
San Nicolás de Bari |
LA FUERZA DEL AMOR.
DEBE SUPERAR LA REPUGNANCIA A LA MUERTE.
Primero el Señor pegunta lo que el ya
sabe de antemano, y no una sola vez, sino dos y hasta tres veces, a saber si
Pedro lo ama; y otras tantas veces lo escucha la misma respuesta de Pedro , que
si le ama; y otras tantas veces encomienda a Pedro la misión de pacentar a las
ovejas.
A la triple negación corresponde la
triple profesión de amor, para que su lengua no quede al servicio del temor,
mas que del amor; y para que se viese que la muerte intermitente lo
hacia mas locuaz que la vía presente. Si la negación del pastor fue causada por
el temor, ahora el pastoreo de la grey del Señor ha de ser la prueba de su amor.
Los que apacientan las ovejas de Cristo
como si fuesen suyas y no de Cristo dan muestras de que se aman a si mismos, y
no a Cristo. Contra estos tales nos ponen continuamente en guardia estas
palabras de Cristo, como ha de ser Apóstol quien se queja de los que buscan sus propios intereses, no los de
Jesucristo.
Pues aquellas palabras de Cristo ¿me
amas? Apacienta mis ovejas, equivale a decir: “si me amas, piensa que no te
apacientas a ti mismo, sino a mis ovejas; apaciéntalas como mías, no como tuyas,
busca en ellas mi gloria, no la tuya; mi dominio, no el tuyo; mi ganancia, no
la tuya; no partícipes del sentir de
aquellos que pertenecen a los tiempos peligrosos, los que se aman a si
mismos y a todos los demás que dimana de este mal principio.”
Por tanto, los que apacientan las ovejas
de Cristo, no han de ser amadores de si mismos, y así la apacentaran no como
propias, sino como pertenecientes al Cristo. El peor mal que hay que evitar en
los que apacientan las ovejas de Cristo es el buscar sus propios intereses y no
los de Jesucristo, destinado a su propia utilidad, a aquellos por quienes ha sido derramada la
sangre de Cristo.
El amor del que apacienta las ovejas del Señor
debe ser tan grande que sea capaz de vencer inclusos el temor natural de la
muerte, que hace que nos resistamos morir aun cuando deseamos vivir con Cristo.
Por muy grande que sea nuestra
repugnancia a la muerte, debe superarla
la fuerza del amor hacia aquel que siendo nuestra vida, quiso sufrir la
muerte por nosotros.
Pues si la muerte o nos causa ningún pesar, no seria tan grande
la gloria de los mártires. Pero, si el buen Pastor, quien dio su vida por sus
ovejas, ha suscitado tantos mártires entre sus mismas ovejas, ¿con cuánta más
razón aquellos a quienes ha encomendado el apacentar sus ovejas, esto es el
enseñarlas y dirigirlas, no deberán luchar hasta la muerte por la verdad, y
hasta el derramamiento de su sangre contra el pecado?
Y por esto habiendo precedido el ejemplo
de la pasión de Cristo, esta claro que los que mas deben imitarlo son los
pastores, pues muchas son las ovejas que los han imitado, y los mismos pastores
son también ovejas del único rebaño gobernado por el único Pastor. Él,
sufriendo por todas las ovejas, las hizo todas suyas, ya que él mismo se hizo
también oveja para así padecer por todos.
Responsorio. Sir 45, 3; Sal 77, 70. 71
R. El señor lo mostró poderosamente
ante el rey; le dio mandamientos para su
pueblo y le mostró algo de su gloria.
V. Escogió Dios a David su siervo, para
pastorear a Israel, su heredad.
R. y le mostró algo de su gloria.
ORACIÓN CONCLUSIVA
Interceda por nosotros, Señor
el obispo san Nicolás,
para que por tu misericordia,
libres de todos peligro,
caminemos seguros por las sendas de la
salvación.
Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo.
R. Amén.
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