La visión “de
persona” de la Iglesia Ortodoxa
Bielorrusa Eslava
Contribuido por Esthepanos
Encontrarnos con los
valores del Evangelio, que no desaparecen, pero que lamentablemente quedan
cubiertos por la atmósfera invisible de este mundo. Podemos estar agradecidos
que gracias a Nuestro Padre Celestial, sus Obispos pregonan el respeto a la
identidad y a la individualidad del ser humano.
Este punto arraigado en el
espíritu del Evangelio y en la tradición de la Iglesia, tiene sus predecesores,
que vieron como Cristo, la imagen de Dios, el Logos que parte de su casa y hace
una habitación aquí en la tierra, coloca su morada en medio nuestro, grande
misterio es, es para anonadarse ante este Dios, que está siempre cerca nuestro,
que pide solo amor, que no perdamos la capacidad de asombrarnos y estar abiertos a la novedad, entendiéndose como siempre centrarse en Cristo, y al estar
centrado en Cristo nos encontramos en la figura humana, con el aporte novedoso,
con sus características propias de la
persona.
¿Cual es la mirada de la
Iglesia?, no perder la perspectiva de Dios colocándonos en su visión, entonces
sabremos que la mirada al hombre es de respeto, único a cada uno, “por su
nombre” sobresaliendo el nombre propio de la persona. Podemos decir que la persona está mas allá de un
concepto o definición, porque la propia riqueza de la persona “estalla”, y nos deja boquiabiertos, en pocas
palabras, existe la persona que “soy yo, particular en este momento”, dado en
la historia única e irrepetible, donde mi “si” es un “si” y mi “no” sea un “no”. Supera el aspecto incluso jurídico,
porque se encuentra afianzada en una ley
moral natural que nos precede, la realidad de cada persona es distinta, se
respeta la individualidad, en una filosofía realista esencial, que se abre a
cada persona particular de ser; es
personalista que se abre a la trascendencia en una inquietante pregunta que
encuentra su respuesta en los Padres del Desierto. Parafraseando al padre Abba Isaías, dice que “La corona de la
vida, da todo fruto, consiste en esto: que en el lugar del hombre,
toda su esperanza esté en Dios, que huya a Él una vez por todas con todo su
corazón, mente y fuerza, que se llenó de
compasión por todos, llorar ante Dios,
implorando su ayuda y misericordia.” Es el realismo espiritual, en la repuesta
mística que abogamos y damos a conocer en nuestra Iglesia.
¿Que nos enseña nuestro
amado Patriarca Athanasios en la voz de su sede? Nos anima a aventurarnos en la
búsqueda incesante del bien obrar, que no cansa, que nos ayuda a sumar la
gracia que proviene de Dios”, podemos estar muy contentos por la profunda espiritualidad
de nuestro Patriarca que hace eco en la voz del Arcipreste Arcadio, ¿qué es el
hombre?, “no es simplemente la suma de órganos, es la capacidad de responder en
el otro, en la apertura del abrazo, del encuentro del yo en el tú”, podemos
fijar nuestra mirada en la preparación espiritual de los sacerdotes de
la Iglesia que buscan la novedad, el hombre en cierta manera es un microcosmos,
ya que encierra en si todo el plan de Dios.
San Juan Damasceno
sabiamente rescata este aspecto olvidado del significado del hombre, adonde nos lleva, en lo primigenio, lleva el
principio único, que esta hecho a imagen de Dios, este dato de por si, lo hace
irrepetible.
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