La Presentación de María en el Templo, con santa Ana y san Joaquín
Esthephanos
El mejor modelo es María
santísima presentada por sus santos padres san Joaquín y santa Ana. En el
recinto del hermoso templo de Jerusalén, construido en la época de Herodes, se presenta a la niña al trono del Altísimo, recibe la bendición del sumo sacerdote, bendición
que será recordada por los papas, y transmitida a la doncella bendita. La presentación,
sin necesidad de un bautismo lleva la
impronta de la asistencia del cumplimiento de la Ley, sin embargo más que un mandamiento obligado,
es un mandato por el amor dado del Dios de la Alianza al pueblo elegido de
Dios.
En ese día se bendice a la
niña, se la consuela y se fortalece a los padres, se arroja humo fragante del incienso, y en el Reino de Etiopia
se pide la bendición del sacerdote más viejo, más que por edad por la
experiencia. Entramos a la presencia del Altísimo y nos cubre con su sombra, el
sabe lo que necesitamos y sabe lo que nos
sucederá porque en su libro están escritas todas las cosas.
Comúnmente recibe un “ojo”,
para recordar la visión de Dios sobre el infante, y que los padres deben mirar
siempre “ahí” para saber que hay alguien cristificado que posee la ciudadanía
de los Cielos. Realizar la ceremonia de presentaron imprime en el corazón el
sello de Cristo.
Al entra al Templo se
encuentra el lavacro, que es una palangana de material noble el cobre, donde en
su interior se puede ver el rostro de uno. Luego se encuentra el altar de
sacrificio, el humo como aroma fragante que alegra al Señor, el sumo sacerdote
se viste con sus atavíos según la
Ley, y campanillas
Ahora ¿donde radica la
importancia de esta ceremonia? La importancia radica en el amor de los padres
al Dios soberano, en el reconocimiento que Dios es el autor de la vida y que se
da la bendición de la plenitud eterna.
Otro punto que en la
presentación del infante al templo: se cruza el umbral “puerta a Dios”, “las puertas reales”
entrando en la Presencia
de Dios y la vida venidera. Este es el
privilegio que ahora disfrutamos en la Nueva Alianza, nos
podemos acercar al lugar Santísimo, cruzar el altar de incienso y pasar la
cortina o velo, del típica.
Antiguamente había un “altar
de sacrificio”, hoy son las oraciones que realizan lo fieles ortodoxos en la entrega
incondicional de ofrecerse como sacrificio aceptable al Señor colocando al
viejo hombre que se consuma.
Los sacerdotes utilizaban
la fuente de agua para el lavamiento preparatorio antes de entrar a los lugares
santos del tabernáculo. En la época de Moisés, la fuente era simplemente un
lavatorio grande; sin embargo, cuando
Salomón construyó un templo
permanente, colocó la fuente sobre el lomo de doce bueyes, a la entrada de los
lugares consagrados del tabernáculo La
pregunta que surge es ¿Qué quiso el Señor prefigurar aquí?
En el altar de incienso (Salmos
141:2; Apocalipsis 5:8; 8:3–4) simboliza la oración profunda y sincera que hace
el discípulo a Dios, en la interioridad del conocer más que en ver, conocer en
lo espiritual e intimidad afianzado en el sacrificio y bondad.
La cortina simboliza los
santos Ángeles guardianes que están de guardia, hoy en la santa puerta real se
corre ante la presentación de “los Santos y Vivificantes dones”. El arca de
pacto, hoy es el altar, fabricado del mismo material que el atril, allí se encuentra
la Pixide, la
santa Cruz. El lugar santísimos, los iconos imágenes de la gloria celestial el
Pantócrator y el Icono de María y del santo de la catedral.
En la presentación se pasa
del reino terrestre al celeste. Las orejas, las manos y los pies de Aarón y sus
hijos fueron Consagrados con sangre. Nosotros sabemos que la sangre simboliza
la expiación de Cristo, la cual tiene el poder de santificarnos. ¿Qué
simbolizan las orejas, las manos y los pies y qué nos enseña ese simbolismo
acerca del hecho de prepararnos para ocuparnos de las obligaciones del templo?
La dedicación total y pertenencia a Dios.
El conocer el nobiliario de
la antigüedad como el de hoy, nos instruye en el propósito de Dios con la humanidad,
para conocer mejor el Evangelio siempre actual y novedoso, porque se afianza en
las Bienaventuranzas.
Conocer este arreglo nos
anima a querer estar más cerca de la Presencia de Dios en la obediencia al dador de la
ley, su artesanía y belleza es la adoración que brindamos a Dios.