14 de diciembre / 27. Tirso Mártires, Leucio y Callinicus de Apolonia. Mártires Apolonio, Arianus Filemón, y Theoctychus de Alejandría. (Griego Calendario: Cuatro guardias convertido por San Arianus y martirizado.) Reposo del Beato Juan de Reclusa Sezenovo Convento (1839).

14 de diciembre / 27.  Tirso Mártires, Leucio y Callinicus de Apolonia.  Mártires Apolonio, Arianus Filemón, y Theoctychus de Alejandría.  (Griego Calendario: Cuatro guardias convertido por San Arianus y martirizado.) Reposo del Beato Juan de Reclusa Sezenovo Convento (1839).

Diciembre, domingo 14 XI Domingo de Lucas Lc 14, 16-24;   Cl 3, 4-11. TOM 2º, EOTH  5.

Homilía

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amíñ.

Nuevamente nos encontramos en la Iglesia, hoy conmemoramos la fiesta de

También la Nuestra Sra de Guadalupe, tan amada por nuestra patria y sobre todo por México. El sueño de Maria vemos se hace realidad en la confianza a Dios, maría embarazada de Dios, nos regala a Jesús.

Este es un tiempo de preparación y encuentro, la antesala de los festejos navideños.

En la aparición milagrosa de la Virgen María en Guadalupe, marca en un estilo único y palpable, la alianza entre los pueblos de la región., de esa época los indígenas. No es casual que el rostro de la doncella María fuera moreno, con rasgos indígenas propios la región y la persona que presenció la aparición fuera un sencillo y humilde mestizo, obediente a Dios y a su mensaje.

María en sus servidores, pioneros de la búsqueda de la alegría, en la escuela de María, nos cautiva y gracias a esta aparición mariana, se produce un envío de la misión en el kerigma de salvación. Resaltando la catequesis de su Beatitud Yuri Emigidiusz Ryzy: aceptar la identidad de todos en la Liturgia.

 Los Padres de la Iglesia explican que las dos venidas de Dios, es continúa y  connatural con su mismo ser- se concentra en base en las dos principales venidas de Cristo, la de su encarnación y la de su vuelta gloriosa al fin de la historia” (San Cirio de Jerusalén, catequesis 15, I: PG 33, 870) el tiempo de adviento se desarrolla entre estos dos polos. En los primeros se desarrolla la espera de la venida parusía del Señor, en la navidad, prevalece el suceso de Belén, para comprender y entender la plenitud del tiempo. Ahora entre estas dos venidas hay una tercera manifiesta, una tercera que san Bernardo llama intermedia y oculta, se realiza en el alma de los creyentes y es un puente entre la primera y la segunda venida. “en la primera”,- escribe san bernardo-, Cristo fue nuestra redención; en al ultima se manifestar como nuestra vida; en esta vida es nuestro discurso y consuelo (discurso 5 sobre el Adviento) . Para la presencia de Cristo espiritual el arquetipo siempre es María, llevo en su corazón a Cristo verbo. Todos estamos llamados a espera a Cristo que viene  y recibirlo con fe y amor. La Iglesia también como misterio lunar espera a Cristo

A no olvidad que tenemos que ser humilde y ser como el pesebre para recibir a Cristo, tampoco nos tenemos que olvidar de San José el santo silencioso. Y a repasarlos colores

El rosado, la velas en color rosado, es el símbolo del gozo es la anticipación de las puertas del cielo en al alegría ininterrumpida

Morado, corresponde a la penitencia, preparación. Otro punto es que  el día primero de enero hay que recordarlo porque es el día de Maria Madre  de Dios o Theotokos, celebrad este día que a veces  queda opacado por las  fiestas.

Pudimos ver que Guadalupe nos enseña las razones del corazón ella resplandece y nos da el cariño de una madre

Hay que preparar el  corazón  en el espíritu, nos  vamos formando en  este domingo hasta la navidad.

Reflexión: Era Juan Diego neófito indio de la mas baja condición, y a la edad de cuarenta años había recibido el bautismo de mano de un santo misionero franciscano, quedando tan devoto de la virgen , que todos los sábados andaba más de los leguas para asistir a la misa que se cantaba en México en honra a María . Después de las acaricies de la Soberana Señora, vivió y murió como un santo: Con los humildes y sencillos tiene un trato familiar el Señor y a su Madre Santísima. Acordémonos  de esto, y siempre que visitemos las venerables santuarios de María hagamos nuestra oración con un corazón tierno humilde y sencillo, y nos haremos dignos de recibir sus soberanas mercedes.

Oración: Oh Dios que te dignaste ponernos bajo el singular patrocinio de la beatísima virgen María, para colmarnos de continuos beneficios: concede a tus humildes siervos, que pues se regocijen con su memoria en la tierra, gocen de su presencia en el cielo. Por Jesucristo nuestro señor. Amíñ.